No te culpo, la culpa fue mía.
No de lo que tu piensas.
No es esto arrepentimiento.
No te culpo, y sabes que todo lo perdoné antes de cometerle heridas a este corazón.
Y sabes que permanezco, con mi buen masoquismo siempre presente.
No te culpo.
Tras guerras, caídas, mares, y nostalgia yo lo sé,
Yo aún lo creo;
¨La gente tiene buen corazón¨
Y cómo lo creo y te perdono -con tiempo y visión-
Te deseo lo mejor.
Las mejores caricias, los mejores besos, las mejores personas, los mejores hogares, los mejores tratos, el mayor porcentaje de risas diarias, esas piruletas que tanto te gustan, esas bebidas, esa música, toda esa ropa que sé que te da igual. Todo.
Todo lo bueno que te complazca, te lo deseo.
Sigo queriéndote feliz, por encima de mí.
Ojalá seas alegría, cómo nunca lo has sido.
Y en puntos a partes, en el subconsciente, sabrás espero, mientras eres feliz que
yo estaré aquí, allí, ahí de apoyo.
Y seré trapo sucio y olvidado haciendo mi vida con nostalgia.
Pero de nuevo, ojalá seas feliz, cómo nunca lo has sido.
-Y ojalá, que en esa agonía de felicidad absoluta, me eches terriblemente de menos;
Y no puedas decirlo en alto.-

No hay comentarios:
Publicar un comentario