jueves, 9 de marzo de 2017

Ocho y veintinueve.

No hace falta que me mires con rencor por ninguno de mis ángulos,
Ni que rechistes a regañadientes golpeando las esquinas de cada habitación.
Mucho menos necesito que me cuentes tu opinión sobre mi,
Ni que la hagas revolotear como una mosca en mis oídos.
No hace falta que defiendas a mi madre, y mucho menos de mi,
Mejor aprende a respetarle y a no subestimar su inteligencia.
Vengo de tierras desconocidas,
De las que nadie sabe,
Por que fueron cuna, lejos de casa.
Y amé, pero dolió.
Ya no quiero.
No me hace falta nada,
Ahorraos la compañía,
Anhelo quedarme a vivir con la soledad,
Me estáis empujando a ello.
No me hace falta, no.
No me hace falta nada más, para entender que soy vuestro problema.

1 comentario: