Ya pasó aquella magia de Abril.
Al Octubre nuevamente se le cayeron las hojas.
Y resuenan más en el pecho que en la sien los dieciséis maremotos comidos y las historias que cuentan.
Lo siento luna.
Mi corazón sigue siendo de bronce.
Lo siento, luna.
No me hace ilusionar tu plata.
Aborten misión, aborté la misión por no ser cárcel, y soy más barrote que nunca.
Retumban los tambores de su semana santa, inexistente.
Me sueño entre sus piernas, y no en tus bucles.
Por primera vez, tan rota, sin cortes.
Por primera vez, tanto frío, en llamas.
Por primera vez, tan apocalíptico, en vida.
Te tengo cara morena, y estoy tan lejos de ti.
Te tengo y me pierdo, yo no vivo aquí.
Y ojalá, joder.
Pero no.

No hay comentarios:
Publicar un comentario