miércoles, 8 de mayo de 2024

Día ocho.

 Y si no hay un lugar en el mundo para mí:

Los andaré todos,


Libre bajo el techo celeste que parece no acabar en ningún punto.


Si no hay fin,

Andaré hasta que llegue el mío,

Y me fundiré

Bajo el silencio mortal,

De este mundo árido que parece que no se acaba:

Aunque el mío si lo hará.


Si no existe un lecho único

Al que los infantes acudan,

(Patrimonio de un amor construido)

Al salir el primer rayo de sol,

Entonces te besaré con los ojos cerrados,

Pegaré tu cuerpo al mío, en una fogosidad tan inmensa, 

Que verán los ciegos la llama de nuestro amor,


Y después te calcaré en estas páginas

De memoria,

Apresurando el lápiz para describir cada parte tuya antes de que se me olvide.

Y cuando sólo queden brasas,

Contaré como una aventura: "la triste historia, de tu cuerpo sobre el mío"


Con la mochilita en la espalda y entre los dedos un cigarro,

Con el pelo en la cara,

Mis piernecitas delgadas andarán el camino entonces

Con un solo fin:

Que no es otro,

Que el mismo que el tuyo.


Si no hay un lugar para mí,

Entonces seguiré escribiendo poemas con mi mala caligrafía,


Me los aprenderé de memoria 

Para recitartelos en cualquier momento:

E improvisaré una palabra justo en el hueco que quede cuando ya no lo sepa continuar de cabeza.


Si no hay un lugar para mí,

Absorberé un poco del azul de tus ojos,

Y me tintaré  el corazón con él en las esquinas


Para que me quede algo de tí en mí incluso cuando la vejez me postre en un sillón al mediodía,

Dando cabezadas de sueño,

Con el ruido blanco ambientando 

"Ese brillo gris que te da una vida de un par de cojones"


Si no hay un lugar para mí,

Caminaré los prados,

Y como si fuese un cuadro,

Observaré cada rama con los ojos perdidos entre la maleza,

Viendo el dibujo completo,

Fijándome a saltos en cada rincón,

Del poder de creación que tiene el gran milagro de la vida.


 Plasmaré mi firma sin sentido,

Y seguiré guardando cuadernos;


Seguiré haciendo lo de ensayar canciones de cuna mientras conduzco,

Por si me hacen falta algún día:


Pero,

Si ese día no llega,

Te las cantaré a media voz, a media luz, cuando te arropes con la tristeza, cualquier domingo,

Por más sol que haya, 

Por más juventud que goces,

Por más amor que tengas:

Cuando te aflija esa tristeza que ocurre de repente, sin sentido alguno.

Ahí te las cantaré una a una,

Para que entonces,

Te lleves tú

A tu vejez,

Algo mío,

Mientras yo siga andando el mundo,

Y tú entonces,

Lo hagas lejos de aquí.

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