viernes, 31 de mayo de 2024

Ataraxia en el último día de Mayo.

 Salgo por un momento del agujero,

en tu minúscula compañía,

y al subir a lo más alto veo

una pecera de golondrinas sobre mi cabeza

que me recuerdan admirar que sigo aquí.


Le doy gracias a la vida

-Que me ha dado tanto...-

y si tuviese que partir tras este momento:

Me siento preparada.


Cae el sol

y alumbra como entrando tras una cortina clara en el mundo.

El aire me acaricia,

y yo me dejo acariciar,

permitiéndome por un momento, aburrirme en un mundo lleno de distracciones.


Agradezco seguir aquí.


Recuerdo entonces todo lo que ha pasado,

y del dolor,

sólo me sale esbozar una sonrisa,

en mi soledad absoluta, de pronto, sin verlo venir:

Me siento profundamente feliz.


Y al ponerme en pie, aún puedo andar.

Y subirme a los bordillos,

jugando a ser funambulista como cuando era pequeña.


 Agradezco así mi parto incluso,

Y me siento con prisa para volver a escribir esto

pero no corro,

porque sobre las hierbas ya nació la primavera.

Se han esculpido flores en las hojas verdes 

y como escupidas lucen adornándolo todo;

Mi canino quiere olerlas,

y no sería este poema quien le quitase ese derecho.


Agradezco el pulso,

y el aire entrando en el pulmón;

La luz aclarándome las pupilas

y la certeza que reconozco en este instante:

¨ Que sé que en la podredumbre esto no se vive y que es motivo suficiente para vivir este momento por cien¨


E incluso se lo dedico a los que ya no están.


GRACIAS.

Gracias vida por tanto.

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