domingo, 21 de junio de 2020

La luz.

La luz se apagó
En mitad de la catástrofe.

Cuando las aguas inhundaban todo,
Y hacían los temblores crujir el suelo.

La luz se apagó
Y nos dejó a oscuras.

Cuando la noche violó al día
Arrebatándole el sol,
Que lo baña todo.
-hasta las heridas por dentro-

La luz se apagó
En mitad del grito,
Y la paranoia;
En mitad del susto,
Cuando ví a la criatura cuadrúpeda correr hacia mí,
Envuelta en llamas,
Para devorarme.

...La luz se apagó...

Y me agaché,
Y me abracé a mis rodillas
Cuando todo se quedó solo.

Cuando ya me habían devorado los seres,
Comiéndose todo, excepto el cuerpo.

Y fue entonces...
Cuando el ruido blanco lo reinó todo,
Que levanté los ojos,
Y se me encendieron ténues, por dentro...

Las luces de emergencia.

Ahí entendí qué es la esperanza.




domingo, 14 de junio de 2020

María y amoníaco.

Detrás del medio beso que das,
de el susurro a media luz
y de tus manos lejanas.

No hay,
(y eso que iba a escribir que había un mundo por descubrir)

No hay parque,
ni bancos,
ni interés, ni amor.

No hay,
ni felicitaciones,
ni noches de fuego,
ni tintes tuyos en mis manos.

No hay,
fotos,
ni fecha,
ni vídeos.

No hay esperanza, ni zona segura.
Sólo indiferencia y soledad.
Sólo ganas.
Sólo libertad;

Hay humo,
y cítricos que mezclas.
Hay ADN, ADN, ADN...
y en tu saliva...

Más allá de las cuatro paredes realmente,
no hay más que ojeras a luz completa,
aullidos que se rompen,
y versos que te mal inventas
cuando aún no estás que te caes.

Más allá no hay nada,
ni dentro,
ni alrededor.

Yo sé lo que hay,
porque no hay nada de eso
que por poco sueño.

Que no soy gilipollas.