domingo, 9 de junio de 2019

El fin del beso

Al abordaje el abismo,
Siento calar a la nada por los huecos del alma,
Que no es otra,
Que la que ya no siento,
Si es que esta va, de sentir.

Con plomo en las costillas
Me hundo en el mar seco.
Desde que me tapone los lagrimales
No he vuelto a donar sal
A ningún mar caótico, ni enfermizo.

Miro llover tras los cristales,
Los diluvios,
Los besos,
Imagino los abrazos a media luz,
Pero, todo siempre, tras los cristales.

Me hago el amor
Solo por dormir,
Aunque tengo la sensación de no soñar desde hace lustros,
Y pierdo la esperanza de regresar a casa,
Porque en mi casa, vive otra gente.

Con horarios de búho,
Como el ser nocturno que de algún modo
he sido siempre,
Clavo la pupila en el cielo estrellado,
Buscando un átomo de esperanza,
Un amigo destrozado con el que vivir los días como si fuesen el último,
Unos labios que llevarme a la boca,
Algún nervio que llevarme al estómago,
O como mínimo,
A alguien que no me abandone.