martes, 26 de noviembre de 2019

olvido.

Es como el frío de un ártico en la columna vertebral.
Una cuenta atrás.
El contrato de una muerte anunciada,
El mal dolor de los adentros,
-Que no puede ser malo, que solo es distinto.-
Es un camino, oscuro, oscuro, y tan oscuro,
Que te pierdo la pista.
Un silencio tan roto, tan roto, pero tan roto, que hace tiempo que se esfumó.
Veo llegar el final,
Y ya besé el último beso.
Así lo siento,
Así lo creo si ganas la carrera al regresar,
Y si no pierdes un segundo en desaparecer.
A mis esfinges les costará, por que sí.
Debo admitir todo lo que no imaginas.
Y no sé de la vejez, pero si de la juventud, porque, tú mano se tropezaba con la mía, casi inmortal.

Acabaré asomada al vacío,
A la nada,
Y no sé como me va a llegar el viento.
Ante todo,
Ante ti,
Y ante todos,
Solo espero que lo sepas,
Aunque no pueda decirlo, por no arañar más ventrículos.
 
                                                 Te quiero.

domingo, 25 de agosto de 2019

...

Estoy viendo venir el desgaste,
El adiós,
La falta de ganas...

La aguja atravesar el pecho,
Las luces cegadoras antes del sueño.
Estoy viendo la cicatriz,
Y hasta que ocurra,
Nadie me acompaña en esto.

Quiero pensar que no merecen la pena,
Que mejor sola,
Que no mal acompañada.

Que no, que no...
Que quizás soy yo
La que no merece la pena...
Y no quiero darme cuenta.

sábado, 27 de julio de 2019

Reloj de arena.

Se han arrugado las telarañas de dentro,
Y las gotas del rocío que tenían pegadas
Han chorreado corazón abajo
Tras el apretón de sentirte ir.

Tengo las mucosas impregnadas del daño que te hago,
Carbón en los pulmones de prender el miedo a perderte,
Tengo miedo,
Y me tiemblan las piernas de ir delante,
Porque aunque piensen que voy delante, ganando;
Voy delante, huyendo.

Entre ramas, por un bosque,
A escape, a arañazo limpio, lo sé:
He cambiado a mi confidente por ojeras y un papel que acredita,
Que trague y escupí lo suficiente.

Ahora, que ya no recuerdo el hogar,
Que de cuatro, quedo yo,
Que de noche lo que más duele es no tener la oportunidad de abrazarte hasta tatuarme tu silueta,
Pierdo la batalla,
Como siempre,
Rodeada por ojos que sé que van a irse.

No voy a salir corriendo,
Cuando vengas a abrazarme,
Cuando me arañes,
Cuando me muerdas la piel,
No voy a quejarme cuando me olvides,
Cuando camines y bailes y ya jamás nunca lo hagas conmigo,

No voy a enfadarme ni a darme la vuelta,
Ni a darte la espalda cuando la has acariciado mil veces,

Pero me quedaré aquí,
Cuando no te quedes tú, ni quede yo.

Pero te lloraré a mares cuando no mires.

Pero miraré durante horas lo que guardo de ti,

Pero me alegraré, de que seas feliz
Aunque me  revientes por dentro.



domingo, 9 de junio de 2019

El fin del beso

Al abordaje el abismo,
Siento calar a la nada por los huecos del alma,
Que no es otra,
Que la que ya no siento,
Si es que esta va, de sentir.

Con plomo en las costillas
Me hundo en el mar seco.
Desde que me tapone los lagrimales
No he vuelto a donar sal
A ningún mar caótico, ni enfermizo.

Miro llover tras los cristales,
Los diluvios,
Los besos,
Imagino los abrazos a media luz,
Pero, todo siempre, tras los cristales.

Me hago el amor
Solo por dormir,
Aunque tengo la sensación de no soñar desde hace lustros,
Y pierdo la esperanza de regresar a casa,
Porque en mi casa, vive otra gente.

Con horarios de búho,
Como el ser nocturno que de algún modo
he sido siempre,
Clavo la pupila en el cielo estrellado,
Buscando un átomo de esperanza,
Un amigo destrozado con el que vivir los días como si fuesen el último,
Unos labios que llevarme a la boca,
Algún nervio que llevarme al estómago,
O como mínimo,
A alguien que no me abandone.






sábado, 18 de mayo de 2019

Ridículo.

Dime tú quien puede
Con este caos de cabeza y corazón.

He perdido los estribos,
La ganas de querer, de quererte,
De quererme viviendo la vida.
De mirarme en el espejo y no ver a una persona hecha pedazos.

Tengo los ojos astillados,
Clavados en las cuencas por terapia de choque,
Pegados a los párpados por todo lo que he aguantado llorar estas últimas semanas,
Cuajados entre migas  de sal y sangre.


Todo me da vueltas,
Cuando apago la luz,
Y está oscuro
Cuando es de día.

He tirado la esperanza por la borda,
Por el borde de la cuchilla andando de puntillas,
He descubierto,
Que estoy cambiando;
Y ya no sé si a peor, a más loca o a ser libre.

Tirad del nudo que me ata la garganta,
El estómago,
Las cuerdas vocales cuando se trata de decir la verdad.

Tirad del alma hisurta que me amarra a la condena de vivir con el dolor abrazado a mis costillas.
Del veneno que admiro y me tienta a beber.

Respecto a ti,
He imaginado que no habías muerto,
Que todo había sido de otra manera,
Y te he maldecido mirando al mar,
Con hielo en los ojos.

No te necesitaré cuando sea madre,
-Desaparece-
Porque no podrás enseñarme nada sobre querer a mis hijos,
-Desaparece-
Pero por ahora,
Es esto lo que queda.
-o quedate-